El azúcar está presente en un gran número de alimentos y productos procesados, incluso en los más insospechados: galletas, lácteos, salsas, pan (¡sí, también el pan!), conservas… Por ello, para reducir el consumo de azúcar no es suficiente con hacer desaparecer el azucarero de nuestra despensa; debemos poner nuestra atención en los alimentos procesados que consumimos cada día y sustituirlos por alternativas naturales y libres de azúcar. En el post de hoy te damos algunas pistas e ideas para conseguirlo.
Salsas, pan, cereales de desayuno, lácteos… ¿Por qué tienen azúcar?
Cuando vayamos al supermercado, si tomamos un minuto para analizar el etiquetado de los productos que llevamos en nuestro carrito de la compra, veremos que la gran mayoría de ellos contienen azúcar o similares: jarabe de maíz, jarabe de ágave, jarabe de glucosa, fructosa, pectinas, edulcorantes, etc. Además, los ingredientes aparecen nombrados en función de la cantidad que contenga el producto. Es decir, si el azúcar aparece al principio de la lista, quiere decir que es uno de los ingredientes que más abunda en el producto que estemos revisando.
La primera razón por la que la mayoría de productos procesados llevan azúcar es por el sabor. El azúcar, mezclado con otros ingredientes, aumenta la intensidad de los sabores. De hecho, el azúcar puede generar adicción, lo que provoca que aumentemos el consumo de esta clase de productos. El azúcar, además, favorece la conservación de los alimentos, especialmente de los horneados, evitando que se sequen.
La razón por la que encontramos azúcar en productos como salsas o lácteos es porque este ingrediente participa en el proceso de fermentación. El azúcar también sirve para dar color y textura a los alimentos, haciéndolos más atractivos a nuestro gusto.
¿Cuánto azúcar tomamos diariamente?
El exceso de azúcar en la alimentación está fuertemente asociado al sobrepeso y la obesidad, por lo que la OMS aconseja reducir su consumo a menos de un 5% de la ingesta calórica total. Si analizamos el azúcar que consumimos diariamente, la suma total va mucho más allá de estas cantidades recomendadas. Si quieres averiguar de una forma muy ilustrativa la cantidad de azúcar en productos de consumo habitual, te invitamos a visitar la página de sinazucar.org, en la que aparecen reflejados los porcentajes de azúcar de productos tan comunes como el yogur, la mermelada o la salsa de soja. Aquí te ponemos algunos ejemplos:
¿Cómo reducir nuestro consumo diario de azúcar?
Si tenemos presente que la mayor parte del azúcar que consumimos proviene de alimentos procesados, la mejor forma de reducir su ingesta de forma drástica es reduciendo el número de alimentos procesados que tenemos en nuestra despensa. De un primer vistazo, podemos descartar todos aquellos que no nos aportan nada a nivel nutricional: patatillas, galletas, postres lácteos (natillas, mousse, crema catalana, etc.), refrescos o bollería, entre muchos otros.
El siguiente paso es sustituir los productos procesados por sus alternativas saludables. Por ejemplo, en lugar de comprar salsa de tomate en bote, invierte algunas horas en cocinar una salsa de tomate natural y empotarla en las cantidades que desees para poder emplearla en diversos platos. A continuación te damos algunas ideas para sustituir estos productos:
- Cereales de desayuno: copos de avena.
- Bollería o galletas para merendar o desayunar: fruta de temporada, frutos secos naturales o tostados, pan integral con tomate y aguacate o hummus.
- Zumos de bote: puedes hacer el zumo en casa, aunque siempre es mejor consumir la fruta entera.
- Pan: evita el pan de molde y busca pan moreno o integral y de masa madre.
- Cacao soluble: busca cacao en polvo desgrasado y sin azúcares ¡Te sorprenderá cómo cambia su sabor!
- Yogures azucarados y/o de sabores: el sustituto ideal para esta clase de yogures es el natural, sin azúcar.
En general, se trata de evitar todo lo posible en consumo de productos procesados, optando por «materia prima» no procesada: frutas, verduras, semillas, legumbres, frutos secos, etc. Esto implica pasar más tiempo en la cocina, pero el esfuerzo merece la pena. De esta forma, además, tomaremos el control de nuestra alimentación y conoceremos mejor lo que comemos.
Si estás concienciado/a en reducir tu ingesta de azúcar y de alimentos procesados en general, pero te parece «misión imposible» hacerlo por tu cuenta, solicita con nosotros una visita informativa gratuita y sin compromiso, y te explicaremos de qué forma podemos ayudarte. Haz clic aquí para solicitar tu visita informativa.