Desde niños hemos oído eso de «no se sale de casa sin desayunar» y sin embargo, de adultos, no le prestamos mucha atención.
El desayuno es la primera fuente de energía diaria, y si escogemos a conciencia los nutrientes que lo componen, será determinante para afrontar nuestro día con vitalidad y ánimo. Algunos se lo saltan por falta de tiempo, pero otorgar diez minutos más a la ducha o a estar en la cama, a costa del desayuno, es un error.
Otros no le prestan atención y cada mañana escenifican el clásico «pillo lo primero que me encuentro» pero el post de hoy está pensado para ofrecer una opción con fundamento que lleva el nombre de su creadora.
Se trata la crema Budwig, seguramente no has oído hablar de ella y sin embargo es una sencilla pero completísima receta que asegura una ingesta de ácidos grasos esenciales y vitaminas, se considera alimento anti-cáncer, (por lo que te explicaremos a continuación) y sus orígenes se remontan a la década de los años 50.
¿Cuál es el origen de la crema Budwig?
Debe su nombre a la Dra. Johanna Budwig, bioquímica y farmacéutica, pionera en la clasificación de grasas y sus efectos en el organismo, que fue siete veces nominada al premio Nobel.
Interesada en la progresión de enfermedades degenerativas, realizó un estudio sobre su relación con el consumo de grasas y azúcares y su método de alimentación ayudó a miles de personas.
Concluyó que las células cancerígenas de una gran variedad de tumores proliferan en organismos con alto nivel de acidificación y por tanto, la alimentación es clave a la hora de prevenir y de mejorar la progresión de la enfermedad, una vez que aparece.
La OMS, hoy en día, afirma que un 30% de cánceres podrían prevenirse con la alimentación adecuada por lo que, la Dra. Budwig sin duda estaba en el camino adecuado. Acertadamente, abogó por eliminar toxinas y patógenos de la ingesta diaria y se centró en cómo aumentar, de forma natural, la producción de oxígeno en el cuerpo.
Fruto de sus investigaciones nació la crema Budwig, una combinación de ingredientes destinada a aportar ácidos grasos esenciales y favorecer la absorción de oxígeno a nivel celular.
Si realmente queremos hacerlo bien, no debemos fiarnos de cualquier receta de crema de Budwig que encontremos en internet puesto que hemos comprobado que hay muchas variaciones que se cargan el valor nutricional y lo reducen a escoger cualquier tipo de yogur y mezclarlo con un puñado de frutos secos o cereales.
Receta de crema Budwig
Los ingredientes de la verdadera crema Budwig son específicos y es crucial respetar el método de preparación para obtener los beneficios que se le atribuyen. En un futuro post compartiremos la receta así como su proceso de elaboración, y los que asistís al taller detox del martes 24 de Mayo, en Palma, lo veréis en vivo y en directo.
Os adelantamos que, para la relalización de la crema Budwig original, es fundamental la mezcla homogénea del aceite de lino de primera presión en frío (con alto contenido en ácidos grasos omega 3) y el ingrediente fundamental que es el requesón o queso fresco Quark (por su aporte de aminoácidos azufrados).
El aceite de lino tiene la capacidad de captar el oxígeno, lo cual crea un caldo de cultivo desfavorable para la supervivencia de células cancerígenas. Otra recomendación clave es que se haga al momento, de lo contrario perdería sus propiedades.
Enlazando con el inicio del post, la crema Budwig es de gran valor energético, por lo que se aconseja tomarla para el desayuno. Por supuesto, podría tomarse en algún otro momento del día, sobre todo si realizamos actividad física y necesitamos un aporte extra de energía.
Beneficios de la crema Budwig
Es rica en vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, proteínas y micronutrientes, pero además, la crema Budwig favorece la oxigenación de nuestras células, equilibra el Omega 3 frente al Omega 6, y aporta Omega 3 EPA y DHA de forma natural.
Si la historia de la Dra. Budwig te resulta interesante y quieres saber más, hemos encontrado un resumen muy completo y fácil de leer en el blog ¿Qué Sabes de Nutrición?