Uno de cada cuatro jóvenes en Baleares padece sobrepeso u obesidad. Preocupante, ¿verdad? Es una noticia que salió publicada hace pocos días en prensa local. Pese a que las cifras han mejorado respecto a años anteriores, sigue siendo un número alarmante, por las consecuencias que conlleva la obesidad para el desarrollo físico del adolescente y salud cuando sea adulto. Hay que poner freno a esta situación con medidas concretas en la educación nutricional de padres y niños, ya que la obesidad es una patología que, lejos de solucionarse por sí misma, sin la intervención de un profesional, tiende a empeorar con el paso de los años.
Aumentan las cifras de obesidad infantil y juventil
Estos datos han sido recogidos por el II Estudio sobre la Prevalencia de la Obesidad en las Islas Baleares (EPOIB II) y podríamos decir que se complementan con los que ofrecieron pediatras de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) en enero de 2018, afirmando que uno de cada dos niños españoles entre 6 y 9 años padecen algún grado de sobrepeso (aquí puedes leer la noticia que se publicó en su momento). La conclusión es que el sobrepeso y la obesidad se inician en la infancia y perduran en la adolescencia, facilitando que estos niños se conviertan en adultos obesos.
El estudio de las Islas Baleares constata que, a modo de merienda, los jóvenes de Baleares consumen snacks, zumos envasados, golosinas o bollería industrial. Casi el 16% de estos jóvenes no practica ninguna actividad física, y esta cifra que se incrementa con la edad. Además, la prevalencia de sobrepeso u obesidad es mayor en los jóvenes cuyos padres son obesos.
¿Qué podemos hacer? Cambiar de hábitos
Los hábitos alimentarios y el estilo de vida son la clave para atajar este problema. ¡No hay atajos! Es esencial ponerse en manos de profesionales para iniciar un tratamiento de bajada de peso y luego adoptar un proceso de reeducación alimentaria para evitar recuperarlos. Comer no debe ser un suplicio, no se trata de eliminar todo golpe si no de elegir uno o dos cambios para poco a poco acostumbrar al paladar a otro tipo de alimentación. Por ejemplo:
- Sustituir bollería industrial por bizcocho hecho en casa.
- Reducir el consumo de bebidas azucaradas y refrescos.
- Introducir piezas de fruta o palitos de zanahoria como snack.
En Salud-10 contamos con un equipo multidisciplinar del que forma parte Ángela Martín, dietista-nutricionista, que puede asesorar a los más jóvenes para conseguir una bajada de peso acorde a su caso y además enseñarles a cambiar de hábitos, de forma que la alimentación saludable forme parte de su día a día. Si quieres recibir información gratuita y sin compromiso, rellena el formulario que encontrarás a la derecha en esta misma página y nosotros contactaremos contigo.