Muchas veces nos planteamos por qué no hacer dieta por nuestra cuenta, desempolvamos ese libro del fondo de la librería o vamos enérgicos e ilusionados a comprar un libro sobre una dieta que nos pueda ayudar. Muchas veces, si no vamos prevenidos, nos vemos sobrepasados por diferentes títulos, a cual más sugerente, que nos garantizan ese objetivo ansiado. Una vez comprado, da la impresión que la mitad del camino está hecho, pero no es así… Es indudable que el empezar a plantearse la necesidad de hacer una reestructuración en nuestra alimentación es importante, pero muchas veces no es exitosa ¿Por qué? Tengo ganas, tengo los libros…
El Dr. Martín Mestre, psiquiatra de Salud-10, Unidad de Nutrición, nos da las claves para comprender qué sucede cuando una dieta no tiene éxito y qué podemos hacer para obtener los resultados deseados.
¿Qué es lo que falla?
Inicialmente hay que ser honestos con uno mismo y plantearse hasta dónde estamos dispuestos a llegar con el plan nutricional. El aceptar que se debe bajar de peso es condición necesaria pero no suficiente para que el objetivo se consiga. Al igual que pasa con otras conductas relacionadas con un cambio en la salud (como el hábito tabáquico), es muy importante conocer el grado de motivación en el que uno se encuentra en el momento actual. Aunque hay muchas formas de valorarlo, es útil y sencillo el modelo clásico propuesto por James Prochaska y Carlo Diclemente (1982) como primer acercamiento. Es un modelo que defiende que las personas que logran cambios intencionados en sus conductas habituales lo logran a través de un proceso dinámico formado por cinco etapas: la precontemplación, contemplación, determinación, acción y mantenimiento. En el caso de iniciar una dieta se podrían definir de modo práctico en:
- Precontemplación: la persona desconoce que el sobrepeso es un problema de salud o se niega a hacer ningún cambio. Si le regalaran un libro de dieta, el máximo uso que le daría sería de pisapapeles.
- Contemplación: la persona es consciente de que el sobrepeso le pueda dar algún problema, pero no va dar pasos para corregirlo a corto plazo. “sí, si es verdad… En breve me pondré a dieta”… Se puede repetir como un mantra pero no pasa a la acción.
- Determinación: la persona está dispuesta a modificar su conducta en breve y busca información de cómo llevarlo a cabo.
- Acción: ¡Comienzo de modificar la conducta! La persona está poniendo en práctica lo aprendido. Como se diría coloquialmente, “ya está en faena”, en la plaza y con el toro lidiando. La duración de esta fase es de unos 6 meses.
- Mantenimiento: su duración sería de unos 6 meses más y se trataría de mantener los cambios logrados a través de la modificación del estilo de vida y la prevención de recaídas.
Un punto importante de este modelo es que no es tan lineal como se describe, sino que va en espiral. Es probable que haya recaídas que nos coloquen en una etapa anterior y que puede ser motor de cambio. El autor Malcom Forbes decía que “el fracaso es éxito si aprendemos de él”. Si hay una recaída, es necesario pararse y analizar que es lo que ha fallado: ¿la motivación?, ¿las herramientas utilizadas?, ¿el ambiente poco favorecedor para conseguir cambios?
Si tienes pensado cambiar tus hábitos alimentarios, debes ser consciente de que no va a ser un camino fácil»
Puede que lo hayas intentado varias veces y hayas fracasado. Si lo vas a volver a intentar, haz cosas diferentes a las anteriores que fracasaron, analízate cómo estas de motivado/a y en ese camino busca profesionales que conozcan tu problema, personalicen tu alimentación y te den herramientas para aumentar las probabilidades de éxito; como decía Miguel de Cervantes, “el hombre bien preparado para la lucha ya ha conseguido medio triunfo” y sobre todo, consulta con tu médico endocrino.
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En Salud-10, contamos con un equipo médico formado por psicóloga y psiquiatra, que podrán brindarte el apoyo psicológico que necesites para lograr tus objetivos.