¿Qué es un cirujano plástico?
Un cirujano plástico es un médico especializado en intervenciones quirúrgicas destinadas a corregir procesos de tipo congénito, adquiridos o involutivos y que afectan a la morfología o composición corporal. El cirujano plástico emplea diferentes técnicas de trasplante, injertos o movilización de tejidos, con el fin de alcanzar la mayor normalidad posible en el aspecto y función físicos de un paciente tras sufrir enfermedades, quemaduras, accidentes, etc.
Este es el principal campo de actuación de la cirugía plástica reparadora. Por otra parte, existe la cirugía plástica estética. En este ámbito, el cirujano plástico actúa sobre pacientes que, en general, están sanos y el fin es corregir o modificar aspectos corporales o faciales cuando no resultan satisfactorios para el paciente y/o no se ajustan a su percepción de la estética.
¿Cuáles son las patologías más comunes que trata un cirujano plástico?
Dependiendo del origen del aspecto corporal que se modifica, un cirujano plástico puede realizar las siguientes intervenciones:
- Si se trata de cirugía plástica reparadora:
- Cirugía plástica oncológica. Por ejemplo, reconstrucción mamaria tras una mastectomía.
- Reconstrucciones faciales debido a malformaciones o accidentes
- Injertos de piel por quemaduras
- Reconstrucción de tejidos blandos asociados a facturas
- Si se trata de cirugía plástica estética:
- Abdominoplastia: remodelación del abdomen
- Mamoplastia de aumento: implante de prótesis de mama
- Rinoplastia
- Vaginoplastia: rejuvenecimiento vaginal
- Liposucción
- Rejuvenecimiento facial
- Reparación de cicatrices
En muchas ocasiones, la cirugía plástica estética tiene lugar para solucionar un problema de salud o malestar, a la vez que ofrece respuesta a la demanda estética del paciente. Un ejemplo puede ser la reducción mamaria, que puede poner fin a problemas y dolores de espalda, a la vez que mejora la apariencia de la paciente.
¿Qué puede hacer un cirujano plástico por mí?
Se aconseja la consulta de un cirujano plástico tras haber sufrido un accidente o una intervención médica anterior que ha implicado una modificación drástica del aspecto físico y que, a su vez, puede suponer una molestia o causar incomodidad en el desempeño de nuestras actividades diarias. Tal es el caso de los pacientes con un exceso de piel o tejido tras una pérdida de peso importante, especialmente después de una cirugía bariátrica. Mediante la eliminación de estos colgajos, el paciente puede completar su proceso de transformación, a la vez que mejora la parte funcional del mismo.
