Además de la anorexia y la bulimia, existen otra clase de trastornos relacionados con la alimentación y el estilo de vida. Existen factores que pueden desencadenar estos comportamientos y derivar en un trastorno alimentario compulsivo: estrés, ansiedad o depresión continuados, problemas de autoestima o falta de control y gestión de las emociones.
Estos son los más comunes: