Hoy en día, todos conocemos qué alimentos son saludables y cuáles no nos benefician. Estamos familiarizados con los modos de cocción más sanos y sabemos que lo aconsejable es consumir productos de temporada en vez de los procesados. Sin embargo, conocer la teoría no quiere decir que la pongamos en práctica, y la realidad es que, a menudo, nos dejamos llevar por la falta de tiempo y el impulso.
Seguir una alimentación sana y equilibrada no es sinónimo de pasar horas en la cocina ni de gastar más dinero. ¿Qué pasos concretos podemos seguir para lograrlo? Si tienes en la cabeza esta pregunta, hoy te damos algunas las claves. (¡ojo! no vale con leerlas y punto, debes pasar a la acción).
Planificación: la palabra mágica
Cuando la falta de información no es un problema y sabemos cómo alimentarnos correctamente, el problema es caer en la improvisación, algo bastante habitual con el actual ritmo de vida. Si no planificamos los menús, la lista de la compra se hará sin ton ni son y los menús responderán a impulsos .
Te proponemos coger papel y bolígrafo para realmente planificar las comidas de toda la semana. Busca recetas en internet si la inspiración escasea. No olvides planificar desayunos y meriendas, son las horas del día en las que más improvisamos. El viernes por la noche es un buen momento para hacer esta tarea y así el sábado podemos ir al mercado. Una inversión de unos minutos generará un alto rendimiento: compraremos de forma controlada y con sentido en base a menús concretos para los próximos siete días.
Hacer la compra con lista cerrada
El siguiente paso es hacer una lista de la compra en base al menú semanal que hemos planificado. De este modo, aseguramos comprar estrictamente lo necesario y evitar la tentación de comprar por impulso. Recuerda, lo que no está en la despensa, no te lo puedes comer. Renuncia a «alimentos-premio» como galletas de chocolate o patatas fritas si sueles tener algún paquete para animarte en días de bajón anímico. Busca sustitutivos o cocina una versión saludable a partir de materias primas. Aquí tienes unas ideas de nuestro blog: receta de mousse de chocolate o ensaladilla veraniega.
Invertir tiempo en cocinar antes de empezar la semana
Partiendo del menú semanal, cocinar los platos posibles de una sentada puede parecer complicado, pero aligerará mucho la carga de trabajo durante la semana, que es cuando vamos con prisa por cumplir horarios. Reserva una hora u hora y media del fin de semana para dejar preparados todos los platos que puedas. Así, los días siguientes, sólo tendrás que calentar la comida o ultimar los detalles. Si hacerlo el fin de semana no te va bien, reserva un tiempo antes de salir de casa por la mañana (levantándote antes) o al llegar a medio día o al final de la tarde.
Si sobra comida, ¡no la tires!
A veces sobra una cantidad de comida suficiente para una nueva ración. Si es así, no la tires; congélala poniendo la fecha en la que se cocinó y así tendrás un tupper de urgencia para llevar al trabajo o bien para un imprevisto. Será una solución rápida, sencilla y saludable.
En el menú semanal que llevemos a cabo, es importante realizar una distribución variada de todos los alimentos y asegurarnos la ingesta de todas las vitaminas y nutrientes que nuestro organismo necesita. Para ello, en ocasiones puede hacerse necesario el asesoramiento con un dietista-nutricionista. Si es tu caso, solicita una visita informativa gratuita con nosotros rellenando el formulario que encontrarás a la derecha de esta página.