Cambiar tus hábitos alimenticios en una semana puede sonar a “misión imposible”, sobre todo si tenemos en cuenta que llevamos reproduciendo las mismas rutinas prácticamente toda nuestra vida.
Si bien es cierto que es difícil cambiar de golpe nuestra manera de alimentarnos, la realidad es que podemos reparar en las pequeñas acciones de nuestro día a día e implementar cambios a corto plazo, con el objetivo de que luego se extiendan.
Por ello en el post de hoy queremos proporcionarte 7 sencillos consejos que te ayudarán a cambiar tus hábitos alimenticios en una semana y de forma definitiva ¡Vamos allá!
Cambia tus hábitos alimenticios con estos 7 consejos
#1- Realiza cambios muy específicos, pero efectivos
Modificar tu menú de la noche a la mañana sin tener una planificación previa, así como cambiar tus rutinas, puede ser abrumador. Por ello, el truco está en hacer pequeñas variaciones en tus ingestas y actividades, pero que a la larga son de relevancia.
Por ejemplo, asocia el consumo de agua a tus acciones cotidianas. Puedes decidir que, nada más levantarte, vas a beberte dos vasos de agua. También puedes sustituir el refresco o bebida que tomes normalmente por agua.
Otro ejemplo puede ser consumir un determinado producto a una hora del día. Puedes plantearte comer un puñado de frutos secos a las cinco o a las seis de la tarde, y márcatelo como una pequeña obligación.
#2- Cambia el ambiente y cambiará tu actitud frente a la comida
Comer delante de la televisión, comer con el móvil, comer en un espacio cerrado/oscuro cuando se tiene la opción de comer en un exterior, son algunas de las acciones que realizamos y que deberíamos cambiar
Muchas veces, el ambiente que nos rodea puede influir mucho en nuestros hábitos alimenticios. En cada comida, prueba a apagar el televisor y evita revisar el móvil. Esto hará que seas más consciente de las cantidades que comes y de tu sensación de saciedad.
Además, puedes hacer de la comida sin distracciones “tu momento” para relajarte y desconectar. También es una oportunidad perfecta para fomentar la comunicación de la familia.
#3- Rodéate de opciones saludables y ponlas a la vista
La frase que más decimos a la hora de explicar el consumo de productos no saludables es “cojo lo primero que pillo”. Sin embargo, si “lo primero que pillas” es algo saludable, cambiamos esta inercia.
Pon a tu alcance fruta, frutos secos o frutas y verduras deshidratadas, y destierra los procesados de tu despensa.
#4- Cambia los cereales y harinas blancas por sus alternativas integrales
No se trata de dejar de comer hidratos de carbono o cereales, sino de buscar su versión saludable. Huye de los cereales azucarados y ultra procesados, y busca su versión no azucarada e integral.
En cuanto a la pasta, el arroz o el pan, consume siempre las versiones integrales. Las harinas blancas o refinadas se componen casi en exclusiva de almidón y carecen de nutrientes.
#5- Sustituye los alimentos procesados por alternativas saludables
La mayoría de procesados que consumes pueden tener su alternativa saludable de una forma mucho más sencilla de lo que crees. A continuación te damos una pequeña lista:
- Chocolate con leche: chocolate con un mínimo de 70% de cacao.
- Chocolate soluble azucarado: cacao puro, desgrasado y sin azúcar.
- Patés y otros untables procesados: humus, aguacate machacado.
- Patatas fritas: patatas o boniato al horno.
- Azúcar y otros edulcorantes: lo ideal es no hacer uso de ninguno, pero si no puedes tomar el café o té sin endulzar, consigue una planta de estevia e infusiónala durante unos minutos. Puedes guardar el agua resultante en un dispensador y una o dos gotas serán suficientes para endulzar tus bebidas.
- Frutos secos fritos, patatillas y otros snacks: consume siempre la alternativa tostada o natural de los frutos secos o busca también fruta deshidratada.
#6- Incorpora la actividad física a tu vida diaria
Hoy en día, uno de los principales inconvenientes que tenemos para hacer ejercicio es la falta de tiempo. Por ello, es una buena idea hacer que la actividad física forme parte de tu día a día: ve caminando a todos los sitios que puedas, utiliza las escaleras o coge el coche para lo indispensable.
Algunos parques también tienen aparatos para poder hacer diferentes ejercicios; te sorprenderás de lo fácil y divertido que es ponerte en forma de este modo.
#7- Reserva un par de horas del fin de semana para cocinar
A lo largo de la semana es muy habitual ir con prisas y sin demasiado tiempo para poder cocinar, por lo que es fácil caer en soluciones rápidas, como platos preparados y comidas procesadas.
Por ello, te proponemos que dediques unas dos horas el fin de semana a planificar y preparar algunos platos para el resto de la semana, o al menos a organizar una base que luego te permita tener la comida preparada en apenas unos minutos. Así, ahorras tiempo y comes de manera saludable.
Si estos consejos te han convencido pero crees que necesitas ayuda, solicita una visita informativa gratuita con nosotros. En nuestro equipo contamos con dietistas-nutricionistas y un preparador físico y podemos asesorarte y ofrecerte unas pautas a tu medida.