Al llegar el otoño, desciende la temperatura, se reducen horas de luz solar y puede aparecer la astenia otoñal. ¿De qué hablamos? Pues de una sensación de decaimiento generalizado, normalmente asociado con la primavera, pero que también ocurre en esta época del año. Algunas personas experimentan síntomas de cansancio, somnolencia, bajo estado de ánimo, falta de concentración, apatía, irritabilidad, falta de apetito e incluso, reducción de las defensas del organismo, lo cual nos hace más propensos a infecciones. No es una enfermedad (por eso se le llama «síndrome»), sino que es una respuesta del organismo a los cambios estacionales y a la falta de de melatonina a causa de la reducción de horas de luz. Se trata de un síndrome leve y temporal que no suele durar más de unas semanas, pero podemos cambiar algunos hábitos en nuestra alimentación para combatirlos. ¡Te mostramos cómo!
- Incluir en nuestro menú alimentos ricos en triptófano: El triptófano es un aminoácido esencial, precursor de la hormona que genera serotonina, que actúa
como antidepresivo. Puedes encontrarlo en nueces, semillas de calabaza, tofu, huevos, queso, leche, pescado y carne de pavo o pollo.
- Ayuda a tu organismo con un suplemento revitalizante: Durante estos días de «bajón» puedes necesitar complementos enriquecidos con vitaminas y aminoácidos o revitalizantes como jalea real o ginseng.
- Cuida tus horas de sueño: Procura acostarte todos los días a la misma hora, calcular unas 8 horas de sueño y levantarte temprano para aprovechar las horas de luz.
- Realiza algo de ejercicio durante el día: Sal a caminar, a correr, a pasear en bici, a ser posible durante las horas de luz ¡cargarás las pilas!
Sobre todo recuerda seguir una dieta equilibrada, con 5 ingestas al día, así evitaremos los «atracones», que causan somnolencia y sensación de pesadez. Evita las comidas copiosas, las grasas y si vas a beber alcohol, que sea con mucha moderación.